17 julio 2012

El orureño Daniel Toroya en un poco más de año y medio se convirtió en uno de los atletas de mayor proyección de las pruebas de semifondo

La vida de Daniel Toroya Paqui cambió bruscamente en los últimos 18 meses. Es que hasta finales de 2010 se desempeñaba como arquero en uno de los equipos del colegio Gualberto Villarroel que participaba en los Juegos Estudiantiles Plurinacionales de Oruro. “Era bueno en el pórtico, si mis compañeros me decían ‘el Gato’ por las voladas que hacía”, explica. Pero su destino no era ser futbolista, pues luego de un partido de fútbol sus compañeros, que debían participar en una prueba de semifondo, le informaron al entrenador que estaban cansados. El DT tomó una decisión rápida y acertada. El único que no estaba cansado era Toroya y así fue como participó en su primera prueba de 5.000 metros. En esa ocasión fue segundo, por delante de rivales que llevaban años en el atletismo.
Después de ese día todo se dio rápido para Daniel, que fue fichado por la entrenadora de atletismo Nemia Coca y su esposo Marcelo Peñaranda. Este delgado atleta, con 47 kilos de peso y 20 años de edad, en este corto tiempo ha superado a varios de los especialistas de pruebas de 1.500, 5.000 y 10.000 metros que llevan más de cinco años en el atletismo. “Por los progresos que he tenido, me dicen que nací para ser atleta”, manifestó.
Incluso ya tiene logros internacionales como el tercer lugar en los Juegos Trasandino de Salta (Argentina), categoría juvenil en 5.000 y 10.000 metros; y el segundo puesto en los Juegos de la ALBA en 2011, en Venezuela. Además ha competido en pruebas en Colombia. “Estoy teniendo roce internacional, para ir mejorando y así convertirme en el atleta que buscó ser”, asegura. Cuando Toroya lanza esa frase lo dice con la confianza de que si sus progresos siguen, su clasificación a los Juegos Olímpicos de Río 2016 será un hecho. Hasta esa competencia tendrá 24 años. “Espero lograrlo. Es un sueño al que apunto cumplir”, agrega.

Premio a su esfuerzo
Las condiciones que está demostrando en cada competencia Daniel Toroya Paqui lo llevaron a ser acreedor de becas del Fondo de In versión para el Deporte (FID) y de la Cervecería Boliviana Nacional (CBN). “Es una gran ayuda la que recibo y a la vez me compromete a seguir mejorando”, explica.
El FID le desembolsó Bs 3.000 mensuales de octubre a diciembre de 2011. Luego el monto bajó a Bs 2.800 de enero a julio de 2012.. Toroya aclara que con el paso de los meses su preparación se ha intensificado y el dinero no alcanza para realizar un buen entrenamiento serio.
Ahora, Toroya dejará de lado la beca del FID pues la Cervecería Boliviana Nacional (CBN) lo incluyó entre los 10 atletas nacionales de diferentes disciplinas que recibirán $us 1.000 mensuales desde septiembre hasta los Juegos de Río de Janeiro 2016.

Al detalle
Apoyo. Toroya vive en la casa de sus entrenadores Nemia Coca y Marcelo Peñaranda. “Ellos me dicen que estoy mejorando cada día. Y si sigo así, estaré preparado para grandes cosas”, explica el atleta.
Sus progresos. Cuando comenzó a prepararse para los 1.500m cronometraba 4’20”, para los 5.000 su tiempo era de 15’25” y para los 10.000 tenía 32’56”. Ahora sus marcas son de 4’13”, 15’13” y de 31’26”, respectivamente.
Entrenamiento. Daniel Toroya se entrena durante cuatro horas diarias, dos por la mañana y dos por la tarde. Este trabajo lo irá aumentando con el paso de los meses. Su próximo objetivo es participar en el Sudamericano Yúnior sub 23, que se realizará en septiembre en San Pablo.

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